“Sembrando y regando – Semar nos va formando”
Es un movimiento para niños y niñas entre 8 a 11 años de edad, donde se afianzan los valores de aceptación, compañerismo, amistad y solidaridad a través de la metodología del aprender jugando, haciendo vivo el Espíritu de Marcelino y la misión de Jesús de construir Comunidad al estilo de María.
JUSTIFICACIÓN
Semilla: Embrión en estado latente encerrado en un fruto y que tras la dispersión y germinación, da una nueva planta.
Marista: Significa “El amor derramado en nuestros corazones por intersección del Espíritu Santo nos hace compartir el carisma de Marcelino. Este mismo amor impulsa todas nuestras energías hacia el único fin: SEGUIR A JESUS, como María y en comunidad”.
OBJETIVOS
ETAPAS
- Labrado se centra en enamorar a las semillas de la propuesta que tenemos para ofrecerles que su acompañamiento.
- Arado centra sus fuerzas en acompañar el desarrollo del valor de aceptación no sólo del movimiento como tal, sino también de la aceptación de si mismo que su acompañamiento debe desarrollarse con la lista de asistencia, la ficha personal de las semillas, desde el diálogo con la familia, el desarrollo de las temáticas y ejercicios que me permitan descubrir ¿quiénes son?, de observación y de mantener un cuaderno de anotaciones como Sembrador.
- Siembra produce y exalta el valor del compañerismo que implica a los demás, los más cercanos que exige un acompañamiento personal de diálogo permanente con las semillas en sus espacios (recreos, salidas y entradas de la escuela), un diálogo y visita a sus hogares – familia, que significa hacer negociaciones para ayudarse en la tarea.
- Cosecha nos pide desarrollar el valor de la solidaridad y entendamos que necesitamos hacer algo acorde a la edad que poseen, en este sendero el acompañamiento se da en forma grupal, con exigencias propias del proceso.
"Toda buena tierra da buenos frutos”
Es un Movimiento de Pastoral Infantil dirigido a niños de 5 a 7 años, que involucra a la familia en todos los aspectos del proceso de los niños que busca generar en cada uno de sus integrantes los valores de amor, compañerismo, amistad, oración, protección y sensibilización con la naturaleza por medio de experiencias de encuentro, servicio a los demás, permitiéndoles tomar pequeñas decisiones y creando responsabilidades. Dándoles a conocer en forma sencilla la vida de Jesús a través del Evangelio de Marcelino por medio de sus enseñanzas y de María teniendo en cuenta sus actitudes amorosas de Madre.
JUSTIFICACIÓN
Acompañar a los niños y niñas que han ingresado al grupo TIEMAR a través de encuentros significativos donde aprendan a amarse a sí mismos, a los demás y a la naturaleza posibilitando desarrollar sus capacidades de liderazgo, de trabajo en equipo, optando desde pequeños una forma de vida al estilo de Jesús, María, Champagnat.
OBJETIVOS
ETAPAS
Tierra: Crear espacios donde el niño se conozca a sí mismo y a los demás en medio de un ambiente de alegría, respeto, amistad y compañerismo.
- Trabajar la Dimensión afectiva, siendo esta el centro de la vida del niño su dimensión interior: Amar, Escuchar, Compartir.
Agua: Empezar a regar la Tierra con actividades de amor hacia a los otros con actitudes de comprensión, agradecimiento y respeto, tolerancia y gratitud hacia los demás.
- Trabajar la dimensión trascendental. Consideramos que el niño(a) necesita ser formado en la siguiente capacidad: Trabajo en Equipo
Aire: Enseñar a los niños a encontrar a Dios en la naturaleza y en las personas.
- Trabajar la dimensión trascendente con la capacidad de la: Sensibilizar al niño es necesario llevarlo permanente a la experiencia del compartir, dar de sí mismo, intentar sentir lo que el otro siente, vivenciar diferentes situaciones en las que conozca otras maneras de vivir que empiece a observar que cada persona es diferente.
Naturaleza: Enseñar al niño y a la niña a agradecer a Dios por la naturaleza y por las personas que le rodea.
- Trabajar la Dimensión afectiva para desarrollar las capacidades de: Respeto, Oración y Gratitud.
En nuestra vida recibimos de lo que sembramos, pero antes de sembrar preparamos la tierra para el logro de una mejor cosecha.